
La Conciergerie es un edificio majestuoso que bordea el río Sena en “l’Île de la Cité”.

Construida a partir del siglo X, es el antiguo “Palais de la Cité” dónde vivieron los reyes de Francia hasta el siglo XIV. Se encuentra en un lugar, entonces estratégico para resistir a posibles ataques enemigos
En 1370, el rey Charles V dejó este palacio para alojarse en el del Louvre. A partir de esta fecha, la planta baja del edificio se utilizó como prisión y la planta superior albergaba un tribunal de justicia.
El rey, sin embargo continuó utilizando el palacio de la Cité para sus grandes recepciones.
El cuidado y la administración del palacio, que ya no era la residencia oficial del rey sino ocasional, fueron confiados a un conserje y poco a poco se fue llamando Conciergerie al conjunto de los edificios.
De construcción medieval, el palacio muestra sin embargo las huellas de las modificaciones que han tenido a lo largo de los siglos.

Los elementos exteriores más representativos de la Edad Media son sin dudas las torres.

La Torre de l’Horloge, de forma cuadrada, de espesos muros y de 47 metros de altura, lleva el reloj público más antiguo de la ciudad de París, construido en 1370 por el relojero Henri de Vic.

La Tour d’Argent era el lugar donde se guardaba el tesoro real. Su gemela, la Tour César, construida por el rey Philippe le Bel, debe su nombre al hecho de encontrarse sobre la base de un edificio galo- romano. La Tour Bon-bec, es la más antigua. En una de sus salas se «obligaba» los presos a confesar…

En el interior del palacio, la Salle des Gens d’Armes (la Sala de la Gente de Armes) edificada entre 1301 Y 1315 por Philippe le Bel, servía de antesala y de comedor para los numerosos empleados al servicio del rey.

En la Gran Sala, se organizaban las recepciones y las comidas se servían en una gran mesa de mármol negro.
Durante la Revolución, la conciergerie se siguió utilizando como prisión y la mayoría de los presos fueron guillotinados. Allí permanecieron Danton, Robespierre entre otros, y Marie Antoinette antes de su ejecución.

En el siglo XIX, el rey Louis-Philippe suprimió una grande parte de los calabozos.

La conciergerie conservó su prisión hasta 1914, fecha en la que se convirtió en monumento nacional y se abrió al público.

Hoy, pertenece al patrimonio mundial de la UNESCO.