Boulogne-sur-mer, situada en el departamento de Pas-de-Calais, al borde del canal de la Mancha es el primer puerto pesquero de Francia.
Se encuentra en un bonito paisaje en el centro de la “Côte d’Opale”.
Antigua ciudad romana, fue escogida por el emperador Claudio como punto de partida de las expediciones para la conquista de Inglaterra.
El casco antiguo (“la Ville Haute”), donde se encuentran los principales monumentos, está rodeado de una muralla del siglo XIII cuyos cimientos son de la época romana.
Las cuatro puertas, que son las únicas entradas al recinto, están clasificadas como monumentos históricos desde 1905.
El camino de ronda ofrece una bonita vista sobre la ciudad y sus jardines.
La Atalaya (“le beffroi”) domina el conjunto de los edificios. Es la antigua torre del primer castillo construido en Boulogne-sur-Mer, en el siglo XIII.
La basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción fue edificada en la primera mitad del siglo XIX.
Su cripta medieval es impresionante por sus grandes dimensiones, sus salas y sus paredes cubiertas de frescos y pinturas. Alberga numerosas esculturas y obras de orfebrería.
El castillo de Aumont es de la primera mitad del siglo XIII. Con sus murallas, se encuentra entre las construcciones medievales mejor conservadas de Francia. Hoy se ha convertido en museo.
El Palacio Imperial es una mansión de estilo neo-clásico construida en 1777. Fue residencia temporal del emperador Napoleón 1º a principio del siglo XIX y también la ocupó el zar Alejandro 1º de Rusia durante una visita a Francia.
El Palacio de Justicia, también de estilo neo-clásico, fue edificado en 1852. En la fachada de la primera planta se pueden ver las estatuas de Carlomagno y de Napoleón 1ª.
El centro de la ciudad, (“la Ville Basse”) cuenta con numerosas tiendas, bares y restaurantes pero también con varios edificios históricos.
El más emblemático es la iglesia de San Nicolás del siglo XII que es la construcción más antigua de Boulogne-sur-Mer. En su plaza, se instala, dos veces a la semana, un animado mercado que ofrece productos de la región.
El puerto de Boulogne-sur-mer tiene la particularidad de encontrarse en el centre de la ciudad.
En el Muelle Gambetta, los puestos de pescado, atendidos por familias de pescadores, ofrecen al público sus mercancías recién llegadas de los barcos.
Además de su destacada actividad pesquera, el puerto es también un punto importante de conexión con Inglaterra.
En la parte este se encuentra el puerto deportivo.
Cada dos años tiene lugar la Fiesta del mar que reúne en el puerto, en un ambiente festivo, veleros, pesqueros y otras embarcaciones, de todos los países que deseen participar.
A su lado, el Centro nacional del mar, “Nausicaá”.
Con sus 40 acuarios, sus exposiciones, sus conferencias, animaciones y programas pedagógicos, tiene como misión dar a conocer los secretos del mar y sus relaciones con el hombre.
A pocos metros, se encuentra la playa de arena fina y aguas claras de Boulogne-sur-Mer.
El camino que la bordea, ofrece agradables paseos a peatones y ciclistas. Lleva el nombre del general San Martín que falleció en esta ciudad en el año 1850.
Una estatua ecuestre del libertador se yergue en el paseo.
Siendo puerto pesquero, las especialidades gastronómicas de Boulogne-sur-mer son preparaciones con pescados, como arenques o caballas y mejillones, acompañados de patatas fritas, y están muy influenciadas por la cocina del otro lado del canal de la Mancha.
El welsh es un plato típico de los bares de la ciudad: se prepara generalmente con pan tostado, jamón y queso cheddar derretido con cerveza y mostaza, pero la receta puede variar.