París es una ciudad sorprendente. Detrás de sus monumentos, a la vuelta de sus amplias avenidas, esconde calles secretas, tranquilas, encantadoras que nos transportan a otro lugar, a otro tiempo.
He aquí, algunas de estas bonitas e insólitas calles que nos descubren otra faceta de la capital.
La rue Crémieux, cerca de la estación de Lyon llama la atención por los colores de las fachadas de sus casas. Sus decoraciones murales y las macetas con plantas y flores que bordean las casas, le dan una belleza especial.
La rue de Thermopyles en el distrito 14, es quizás una de las más escondidas. Sorprende su vegetación y su tranquilidad en un barrio tan animado.
En el distrito 20, la rue des vignoles tiene un aspecto provinciano. Comunica con unos quince callejones que dan la sensación de encontrarse en un pueblo, lejos de la capital.
La villa Daviel en el distrito 13, se encuentra en el barrio tranquilo de la Butte-aux-Cailles. Esta calle abierta en 1912 está bordeada de bonitas casas con jardines llenos de flores.
Le passage Molière une la rue Saint-Martin y la rue Quimcampoix en el distrito 3. Se construyó en 1871, para acceder a la entrada de artistas del teatro Molière transformado hoy en la Maison de la poésie (la Casa de la Poesía). Es una calle encantadora y tranquila, con pequeñas tiendas que son a veces sorprendentes, y restaurantes.
La rue de Mouzaïa en el distrito 19, existe desde 1870. Tiene bellas casas con hermosos jardines.
En el distrito 11, cerca de la plaza de la Bastille, un portal grande, entre los números 26 y 28 de la calle Charonne, da acceso al passage de Lhomme. Esta bonita calle llena de plantas, que ha conservado los escaparates y los rótulos de los antiguos talleres, es casi mágica, sobre todo en primavera y en verano cuando la vegetación está en su apogeo.
La originalidad de la rue du Chat-qui-Pêche es sin duda su nombre, su estrechez y la curiosa leyenda que la envuelve. Se encuentra en el distrito 5, cerca del Sena y enfrente de la Catedral Notre-Dame. Es la calle más estrecha de París. Tiene 1,80 metro de ancho y 26 metros de largo.
Cuentan que en el siglo XV, un canónigo que practicaba la alquimia vivía en este lugar con un gato negro, muy hábil en atrapar peces del río con la pata. Tres estudiantes, pensando que el canónigo y el gato eran uno… y eran el diablo, mataron el felino y lo tiraron al agua. Después de la muerte del gato, el clérigo desapareció… Pero volvió unos días después, porque se había ido de viaje.
En cuanto al gato, seguía pescando tranquilamente en la orilla del río…
Son unas calles preciosas, no parecen de París. Estamos más familiarizados con los grandes boulevards. No obstante en Montmartre recuerdo unas escaleras y unas plazoletas increibles. Enhorabuena por la divulgación de estos espacios de otro mundo.
Muchas gracias ! un saludo.
Muchas gracias, estoy preparando mi primer viaje a Europa, y justamente estoy buscando esas callecitas pintorescas de las diferentes ciudades. Un placer haber encontrado esta página
Gracias a ti y feliz viaje !