Ajaccio, capital de Córcega se encuentra en la costa occidental de la isla.
Es una ciudad elegante, llena de luz y muy animada, situada en uno de los golfos más bonitos de Córcega.
Antigua ciudad genovesa, villa imperial, Ajaccio tiene numerosos monumentos y museos, un importante patrimonio heredado de dos emperadores.
La ciudad antigua, alrededor del puerto tiene bonitas callejuelas desde las que se percibe o se adivina el mar cercano.
Las casas de estrechas fachadas, son de colores, con tiendecitas y restaurantes en la planta baja. El sol, siempre presente, resalta lo pintoresco del lugar.
Ajaccio es la ciudad natal de Napoleón I y el recuerdo del emperador está muy presente en todas partes. En la rue Saint-Charles se encuentra la casa donde nació, el 15 de agosto de 1769, y que hoy es un museo. Todos los años, la ciudad celebra este aniversario con reconstituciones históricas, vivaques, desfiles, teatro…
Muy cerca, está la catedral de Notre-Dame-de-la-Assomption construida a finales del siglo XVI y donde fue bautizado Napoleón I.
En su interior, se puede admirar el cuadro de Eugène Delacroix: “le triomphe de la religión”.
En la place Foch, el ayuntamiento alberga el “Salon Napoléonien” que se puede visitar, donde se conservan cuadros y recuerdos de la epopeya y de la familia imperial.
En museo Fesh, en la calle del mismo nombre, contiene la colección más completa de pinturas italianas, después del museo del Louvre. Fue reunida por el cardenal Joseph Fesh, tío de Napoleón.
También alberga en su ala izquierda la Biblioteca Municipal, con más de 50 000 libros, de los cuales algunos son piezas únicas muy valiosas.
Al lado, la capilla imperial fue construida en 1855 por Napoleón III, para acoger las tumbas de la familia Bonaparte.
El palacio Lantry fue edificado entre 1826 y 1830 por el arquitecto Alphonse Gisors. Está rodeado por un bonito jardín de plantas mediterráneas y tropicales. Hoy alberga la Prefectura.
Ajaccio posee varias playas, en la ciudad (Corse-Azur, Saint-François, Albert 1er) o a unos pocos kilómetros de ella, muchas con arena fina, otras con calas.
Todas son lugares paradisíacos.
La Ciudadela, construida en un sitio estratégico para proteger la ciudad de los ataques enemigos, domina el mar. De forma hexagonal, tiene seis bastiones.
Desde la Isolella al sur del golfo de Ajaccio, se puede contemplar un magnifico panorama de la ciudad, del puerto y del golfo.
La puesta del sol sobre las Islas Sanguinarias es un espectáculo único