Porquerolles, en el mar mediterráneo, es la mayor y la más visitada de las tres islas de Hyères.
Tiene siete kilómetros de largo y tres de ancho y se encuentra a diez minutos en barco del continente, desde la península de Giens, entre Niza y Marsella.
Fue habitada desde la antigüedad por celtas, ligures, focenses y romanos. En el siglo XVII y más tarde durante el reino de Napoleón I se convirtió en un lugar militar de defensa y vigilancia, lo que explica la existencia de numerosos fuertes.
En 1911, fue adquirida en su totalidad por un particular que la ofreció como regalo de bodas a su esposa. La familia desarrolló el cultivo de hortalizas y de la vid. En 1971, el Estado francés compró el 80% de la isla.
Hoy la isla de Porquerolles es un lugar privilegiado y protegido y es considerada como parque nacional. Ha conservado una fauna y una flora extraordinaria y una gran biodiversidad. El “Conservatoire botanique national” se encarga de la protección del patrimonio natural.
Al norte, sus playas son de ensueño, con aguas cristalinas, de color turquesa y con arena fina. Están bordeadas de pinos y eucaliptus.
Las más importantes son las de Notre-Dame, de Courtade y de Argent.
Al contrario, el sur presenta unos escarpados acantilados con gargantas y pequeñas calas.
Desde el faro, se puede admirar el impresionante panorama que abarca toda la isla y el mar.
En el interior de las tierras se extiende una importante vegetación con olivos, pinos, frutales y naranjos. En primavera, la floración de la jara, del mirto y del brezo perfuma toda la isla.
Los viñedos son parte del paisaje y los vinos de la isla son dignos de los paladares más exigentes.
Porquerolles, el pueblo principal, que dio su nombre a la isla tiene un aspecto colonial. Es el punto de partido de numerosos paseos. Está totalmente prohibido circular en coche por la isla, pero se puede ir en bicicleta o a pie por los más de 54 kilómetros de senderos que conducen a los lugares más bonitos.
A pesar del gran nombre de visitantes que recibe, la isla de Porquerolles ha sabido conservar su patrimonio natural y ofrece paisajes diversos y de gran belleza.