En el centro de la región de los castillos del Loira, Tours, declarada ciudad de arte e historia, tiene una posición privilegiada.
Se encuentra en las riberas de los ríos Loire y Cher, en el departamento de Indre-et-Loire.
Es una ciudad tranquila, agradable y cargada de historia.
Fue la capital del reino de Francia en los siglos XV y XVI y sus edificios y monumentos son los testigos de su pasado prestigioso. Su nombre proviene de los “turones”, un pueblo galo que vivía en el lugar hace más de 2000 años.
En el centro del casco antiguo, la plaza Plumereau es sin duda la más bonita y la más animada de la ciudad; la gente suele reunirse en las terrazas de sus bares y restaurantes.
Las casas que la rodean, la mayoría con entramados de madera, son del siglo XV y son monumentos históricos.
La mejor manera de descubrir el barrio antiguo, es deambular por sus calles estrechas y disfrutar de la belleza de las fachadas de los edificios, de las antiguas tiendas de madera, los patios interiores y las magníficas escaleras de madera que recuerdan el brillante pasado de Tours.
La catedral Saint-Gatien sorprende por los diversos estilos de arquitectura que presenta. Fue construida sobre la base de un edificio románico entre 1170 y 1547. Su fachada es de estilo gótico flamígero. Las bases de sus torres son románicas y el resto de estilo renacentista.
La riqueza de la decoración exterior es impresionante. En el interior, más sobrío, las vidrieras medievales del coro son magníficas.
Cerca de la catedral Saint-Gatien, en el antiguo palacio de los arzobispos, se encuentra el museo de Bellas Artes que expone una llamativa colección de pinturas italianas del trecento y del quattrocento, así como obras de Rubens, Rembrandt, Delacroix, Degas, Monet…
La basílica Saint-Martin, se sitúa en el lugar de uno de los santuarios más importantes de la cristiandad del siglo XI, que se derrumbó en 1797. Fue reconstruida entre 1887 y 1902. En la cripta se encuentra la tumba de san Martin.
El castillo de Tours tiene un brillante pasado. Allí se celebró la boda de Marie d’Anjou y del futuro rey Charles VII y también la victoria de Juana de Arco a su vuelta de Orleans. Hoy alberga exposiciones de arte contemporáneo.
El museo del “compagnonnage”, instalado en la antigua abadía de Saint-Julien expone colecciones excepcionales: son obras de artesanos de diferentes oficios: tejedores, cordeleros, torneros de maderas, herreros, carpinteros, curtidores…
El jardín “des Prébendes d’Oé” fue creado en una antigua zona pantanosa. Es un bonito jardín “a la inglesa” con una gran variedad de arboles y flores y un lugar encantador para pasear y relajarse. Se dan conciertos de música en sus quioscos.
Tours, ¡qué hermosura! Estuve allí 5 noches a mediados de los noventa, una base excelente para recorrer todo el Pays de la Loire.
Gracias por tu comentario. Toda esta región es muy bonita, por eso se fueron a vivir allí los reyes…
Saludos.