Estos impresionantes acantilados se encuentran en Etretat en la “Côte d’Albâtre” de Alta-Normandía.
Constituidos de calcáreo y de sílex, sus formas singulares han sido esculpidas por el mar. Con la verticalidad de sus pendientes y el contraste de colores que presentan frente al mar, ofrecen un paisaje único y de grande belleza.
En el Acantilado de Aval, un río subterráneo y la erosión del mar han formado un arco y una aguja de 55 metros de altura, hueca en su interior
.Al otro lado de la playa, la Manneporte que significa puerta grande en antiguo francés es un arco gigantesco y es el mayor de los tres.
En el Acantilado de Amont se encuentra la puerta más pequeña. Arriba se yergue la capilla de Notre-Dame-de-la-garde” protectores de los pescadores.
El “trou-à l’homme” es una cavidad natural en el Acantilado de Aval producida por la disolución del calcáreo, así llamado porque según se cuenta, el único superviviente de un naufragio se salvó refugiéndose en este lugar.
Este paisaje grandioso inspiró a escritores como Maupassant y a pintores como Monet.
¡Qué preciosidad de lugar!
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