
Epernay es una pequeña ciudad en medio de 30 000 hectáreas de viñedos, situada en la región de Champagne-Ardenne a 140 kilómetros de Paris.

Conocida como la capital del champán, esta ciudad tiene una de las avenidas más prestigiosas del mundo: “l’Avenue de Champagne”.

En esta arteria, se encuentran las numerosas mansiones del siglo XIX, de estilo renacentista o clásico donde han instalado sus sedes las casas de champán más famosas como Moët-Chandon, Dom Pérignon o Mercier y muchas más.

Debajo de la avenida de Champagne, en unas galerías de más de 100 kilómetros, cavadas en la roca caliza, las bodegas privadas de las grandes marcas guardan más de 200 millones de botellas. No son solo lugares de almacenamiento sino también de elaboración del preciado liquido. Las bodegas reciben cada día un gran número de visitantes.

Para producir sus burbujas, el champán es sometido a un proceso de doble fermentación. La primera fase es parecida a la elaboración de un vino blanco normal. En la segunda fase, se añade al “vino base” los azúcares y levaduras que producirán la segunda fermentación ya en botellas.
Très intéressant et très joli. C’est vraiment merveilleux. Beau pays, avec des gens magnifiques, de belles femmes. Mais surtout, avec une histoire extrêmement séduisante. Toutes nos félicitations.
Merci.