Este impresionante pueblo medieval, situado a 279 metros de altitud en el departamento del Lot, construido en un acantilado, parece desafiar las leyes de la gravedad.
Habitado desde el paleolítico, Rocamadour se convirtió en un lugar de peregrinación en el siglo XII. Fue visitado por peregrinos pobres y ricos así como reyes y príncipes, venidos de todos los puntos de la cristiandad.
El origen del culto se remonta al descubrimiento en del cuerpo íntegro de San Amador en 1166. La tradición local identifica a San Amador con Zaqueo del Evangelio de San Lucas, que habría llegado a estos parajes después de la muerte de Cristo.
El pueblo de Rocamadour está protegido por cuatro puertas fortificadas.
La Gran Escalera de 216 peldaños que los pregrinos subían de rodillas mientras rezaban el rosario, conduce a la explanada de los Santuarios.
En la explanada se encuentran la basílica, la cripta y las capillas. En la Capilla de Nuestra Señora, la estatua de madera de la Virgen Negra, tallada por San Amadour, se alza sobre el altar.
Un vía crucis conduce a la cruz de Jerusalen y al castillo de donde se puede disfrutar de una imponente vista panóramica sobre el pueblo y el valle.